Estimados lectores:
Quisiera hacerles unas preguntas:
¿Se puede calificar de ‘apocalíptico’ preocuparse por la salud y la vida de las personas en el mundo, al señalar que está en riesgo la capa de ozono y estamos expuestos cada vez más a los peligrosos rayos ultravioleta?
¿Se puede sostener que es un ‘fraude’ las evidencias científicas que demuestran cómo desaparecen cada año nuestros glaciares?
¿Se pueden considerar ‘falsas’ todas las informaciones en diarios, radios y canales de televisión, sobre el cambio climático, la contaminación ambiental y el efecto invernadero a causa -en su mayor parte- por errores del hombre?
Quisiera hacerles unas preguntas:
¿Se puede calificar de ‘apocalíptico’ preocuparse por la salud y la vida de las personas en el mundo, al señalar que está en riesgo la capa de ozono y estamos expuestos cada vez más a los peligrosos rayos ultravioleta?
¿Se puede sostener que es un ‘fraude’ las evidencias científicas que demuestran cómo desaparecen cada año nuestros glaciares?
¿Se pueden considerar ‘falsas’ todas las informaciones en diarios, radios y canales de televisión, sobre el cambio climático, la contaminación ambiental y el efecto invernadero a causa -en su mayor parte- por errores del hombre?
Recuerdo siempre una frase que leí hace un tiempo del sociólogo estadounidense Robert Staughton L: “lo que más diferencia a los hombres de los pájaros es que estos dejan intacto el paisaje cuando construyen”. Y es que nosotros, los seres humanos, quienes nos jactamos de ser los más inteligentes del mundo, destruimos diariamente el planeta en el que vivimos. Esta expresión, necesariamente, no tiene que ser la de un ultraecologista o ultraambientalista, es una posición clara que muchos podemos tener al observar, sentir y percibir con los cinco sentidos, cuando miramos a nuestro alrededor: nos estamos autodestruyendo.
Para no ir muy lejos, sin necesidad de visitar la Antártica o buscar osos polares en Groenlandia, en el Perú, cada año, nuestros glaciares se derriten. Recuerdo que el pasado mes de julio, cuando viaje a Huancayo, al cruzar por Ticlio noté ese hecho. Ya casi no hay nieve en Ticlio. Ya no es el sitio donde alguien puede bajar del carro, tocar el hielo y sentir esa sensación de pureza y libertad de encontrarse con la naturaleza. Y no es sólo el calentamiento global lo que provoca eso; además, en esa zona, hay una intensa contaminación provocada por las compañías mineras que están alrededor, que asesina lagunas y destruye todo el ecosistema del lugar.
Las informaciones publicadas el fin de semana pasado por el diario ‘El Comercio’ son una muestra de los terribles cambios en la Tierra a causa de la contaminación ambiental y ello sólo es una parte de toda la gran cantidad de datos, hechos y evidencias que giran sobre ese tema. Sin embargo, se empieza a notar que hay mayor interés en el Perú y en el mundo sobre la necesidad de proteger nuestro medio ambiente y es destacable que los medios de comunicación estén empezando a tocar esos temas.
Conocer y difundir informaciones sobre los problemas en el medio ambiente de la Tierra no es generar el terror en el mundo ni profesar el ‘Apocalipsis’, es un llamado a la conciencia de todas las personas para proteger nuestra salud, nuestra vida y a las generaciones que vendrán. No es tampoco una cuestión de crear confusiones, mitos, leyendas o jugar que estamos en la Isla de la fantasía, las muestras son claras y nuestra existencia corre peligro si nosotros no ponemos de nuestra parte.
Tampoco se busca perjudicar a las grandes compañías, al querer controlar las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera a través de acuerdos o convenios. Eso es más bien una cuestión preventiva, para evitar que se produzca más daño al medio ambiente.
Para no ir muy lejos, sin necesidad de visitar la Antártica o buscar osos polares en Groenlandia, en el Perú, cada año, nuestros glaciares se derriten. Recuerdo que el pasado mes de julio, cuando viaje a Huancayo, al cruzar por Ticlio noté ese hecho. Ya casi no hay nieve en Ticlio. Ya no es el sitio donde alguien puede bajar del carro, tocar el hielo y sentir esa sensación de pureza y libertad de encontrarse con la naturaleza. Y no es sólo el calentamiento global lo que provoca eso; además, en esa zona, hay una intensa contaminación provocada por las compañías mineras que están alrededor, que asesina lagunas y destruye todo el ecosistema del lugar.
Las informaciones publicadas el fin de semana pasado por el diario ‘El Comercio’ son una muestra de los terribles cambios en la Tierra a causa de la contaminación ambiental y ello sólo es una parte de toda la gran cantidad de datos, hechos y evidencias que giran sobre ese tema. Sin embargo, se empieza a notar que hay mayor interés en el Perú y en el mundo sobre la necesidad de proteger nuestro medio ambiente y es destacable que los medios de comunicación estén empezando a tocar esos temas.
Conocer y difundir informaciones sobre los problemas en el medio ambiente de la Tierra no es generar el terror en el mundo ni profesar el ‘Apocalipsis’, es un llamado a la conciencia de todas las personas para proteger nuestra salud, nuestra vida y a las generaciones que vendrán. No es tampoco una cuestión de crear confusiones, mitos, leyendas o jugar que estamos en la Isla de la fantasía, las muestras son claras y nuestra existencia corre peligro si nosotros no ponemos de nuestra parte.
Tampoco se busca perjudicar a las grandes compañías, al querer controlar las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera a través de acuerdos o convenios. Eso es más bien una cuestión preventiva, para evitar que se produzca más daño al medio ambiente.
Estimados lectores:
Los invoco a que puedan sacar sus propias conclusiones, lejos de fomentar una yihad ambientalista o una guerra entre los que creen y no creen en el calentamiento global, el efecto invernadero y la destrucción de la capa de ozono.
Las opiniones diversas nos enriquecen y creo que eso es el fin de este nuevo mundo de los weblogs. Pero -les reitero- ustedes son los únicos dueños de sus ideas, opiniones y acciones, para proteger la vida en nuestro planeta.
Los invoco a que puedan sacar sus propias conclusiones, lejos de fomentar una yihad ambientalista o una guerra entre los que creen y no creen en el calentamiento global, el efecto invernadero y la destrucción de la capa de ozono.
Las opiniones diversas nos enriquecen y creo que eso es el fin de este nuevo mundo de los weblogs. Pero -les reitero- ustedes son los únicos dueños de sus ideas, opiniones y acciones, para proteger la vida en nuestro planeta.
