Andrés Oppenheimer: Columnista de The Miami Herald y El Nuevo Herald
Miami— Si uno escucha a algunos de los expertos que redactaron el informe de las Naciones Unidas sobre el calentamiento global dado a conocer la semana pasada, pareciera que el aumento del nivel de los mares hará que el agua llegue hasta nuestros dormitorios, y nos saque de la cama en el medio de la noche. Suena un poco inverosímil, pero muchos científicos dicen que los cambios climáticos tendrán un impacto mayor - y más cercano - de lo que muchos creemos. A principios de esta semana, después de que científicos de 113 países dieron a conocer el documento del Panel Intragubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, llamé a varios de sus autores para preguntarles qué podemos esperar en el hemisferio occidental si el calentamiento global sigue su curso.
Según el informe, la temperatura mundial aumentará entre dos y 4.5 grados centígrados este siglo - principalmente por las emisiones de dióxido de carbono de los Estados Unidos y la rápida deforestación de la selva del Amazonas - y eso va a causar que los océanos crezcan de 0.18 a 0.59 metros en el mismo período. El panel recién dará a conocer proyecciones regionales en los próximos meses. En base en estas proyecciones generales, ¿qué se puede esperar que suceda en las Américas?, le pregunté a Osvaldo F. Canziani, co-presidente de uno de los grupos de trabajo del panel de la ONU.
Canziani me dijo que un incremento de uno a dos grados centígrados en la temperatura global en las próximas dos décadas causará enormes trastornos en la región: La elevación de los océanos va a causar inundaciones severas en las areas costeras de los Estados Unidos - incluida Miami - y el Caribe, el Golfo de México, y la Cuenca del Río de la Plata. Esto puede afectar a grandes ciudades, como Buenos Aires y Montevideo. Los glaciares en la cordillera de los Andes en Perú, Colombia, y Ecuador se derretirán a un ritmo cada vez mayor, creando acumulaciones de agua que causarán inundaciones y avalanchas de barro. Esto pondrá en gran peligro a muchas poblaciones en las montanas. Mientras tanto, la deforestación del Amazonas, entre otras cosas por el hecho que Brasil y sus vecinos están destruyendo grandes áreas de la jungla para aumentar sus crecientes exportaciones de soja a China, provocará una reducción de las precipitaciones en una gran parte de América del Sur.
Esto no sólo aumentará los incendios forestales, sino que causará escasez de agua en las grandes ciudades. Modificaciones en las corrientes de aire por el cambio climático harán caer menos precipitaciones en algunas áreas, y más en otras. La precipitación anual caerá hasta en un 20 por ciento en México, América Central, el noreste de Brasil y el sur de Chile, mientras que se incrementara en un 15 por ciento en la Cuenca del Río de Plata. Por otra parte, el calentamiento global beneficiará a Canadá, cuyas regiones cubiertas de hielo se convertirán en bosques, incrementando la producción agrícola y el turismo.
Los expertos coinciden en que los sectores más pobres de la población van a sufrir el peor impacto de los cambios climáticos, por el hecho de que tienden a vivir en las áreas más expuestas, en casas más frágiles, y no cuentan con sistemas de alarma rápida. ‘’En América Latina, los políticos todavía no piensan que esto es importante’’, me señaló Canziani. Los críticos del documento dicen que en los últimos años han habido varios reportes apocalípticos de las Naciones Unidas que terminaron siendo erróneos, y que no hay pruebas contundentes de que el calentamiento global es causado por las emisión de combustibles fósiles, como dice el panel. Según los críticos, han habido períodos de calentamiento global hace miles de años, mucho antes de que los humanos empezaran a manejar camionetas 4X4. ‘’El reporte del Panel no es concluyente’’, dice Israel Ortega, un vocero de la Fundación Heritage en Washington D.C. ‘’El debate apenas está empezando’’.
Mi opinión: estoy de acuerdo en que los paneles de científicos de las Naciones Unidas no siempre dan en la tecla. A finales de los años setenta, los científicos de las Naciones Unidas decían que se venía una nueva era glaciar, y que habría hambrunas masivas en la India. Y ocurrió todo lo contrario: el mundo se calentó, y la India ahora exporta alimentos. Sin embargo, el sentido común me dice que algo raro está pasando. En los últimos años, hemos visto temperaturas extremas en Estados Unidos, el primer huracán en la costa sudeste de Brasil, y granizo del tamaño de pelotas de golf en Buenos Aires. El clima se está volviendo loco. Es tiempo de que tomemos este tema mucho más en serio, antes de que suba la marea y el agua nos saque de la cama.