Una vez más el Congreso aprobó la Ley General del Medio Ambiente a través de setenta y tres votos a favor, ninguno en contra y cinco abstenciones. No cabe duda lo importante de esta decisión, sin embargo, ahora queda esperar que el Ejecutivo revise los términos de esta norma y decida promulgarla.

En ese contexto, aún no debemos cantar victoria hasta que esta Ley sea promulgada, pues, como en una anterior ocasión, no vaya hacer que se encuentre en ella otros puntos que se deban revisar o mejor dicho rerererevisar.

No quiero ser pesimista con todo esto, pero, al parecer, existen trabas cuando se trata de proteger la salud de los peruanos. Similar a lo que sucede con nuestra selección de futbol, donde sólo ganamos los partidos amistosos pero no los de las eliminatorias, nos emocionan con la aprobación de una Ley que nunca entra en verdadera vigencia.

No queremos un Perú llenó de gente enferma a causa de la contaminación por gases tóxicos. Todo país debe entender que su fin supremo es la población, su gente, y no sólo son importantes los temas económicos o políticos . Quizá un campesino no sepa que el PBI ha crecido, pero se da cuenta que algunas compañías mineras dañan el agua de los ríos. Muchas personas desconocen las funciones de la Corte Penal Internacional, pero saben que el humo de ciertas fábricas producen daños respiratorios severos.

Qué hacemos con un país donde cada año la gente se ve afectada por las emisiones de azufre y plomo al ambiente. En qué nos beneficia el crecimiento económico si todo lo tendríamos que gastar en medicina, porque nuestros hijos sufren de enfermedades a causa de la contaminación. Qué importancia habría en la política, si nuestros dirigentes son gente incapaz que se preocupa por beneficios personales.

Hay algo muy cierto en todo esto: nos preocupamos de los problemas cuando estos ya son muy graves, es decir, no existe una actitud preventiva de la situación y creo que nuestros gobernantes esperan que haya gente muríendose en las calles para aprobar una ley del medio ambiente.

Por otro lado, la ley debe centrarse en proteger a la población y no a los intereses privados. Como ejemplo cito los comentarios del Presidente de la Comisión de Pueblos Andinoamazónicos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología, Walter Alejos, quien denunció una serie de lobbies empresariales en esta aprobación: "En primer lugar, es importante señalar que hemos dado un avance en el tema legislativo en el campo ambiental. Sin embargo, la ley no ha salido como estimamos inicialmente, porque cuatro de los artículos que fueron motivo de controversia, de gran debate hoy en el parlamento, así como a través de los diferentes medios, es que en esos cuatro artículos hemos perdido la votación de la insistencia, porque –indudablemente- primó el lobbie empresarial, las conversaciones y el convencimiento. Muchos parlamentarios, inicialmente, habían apoyado en forma unánime esta ley y que, lamentablemente, ahora han preferido no obedecer a los verdaderos intereses nacionales, sino a los intereses económicos que están detrás de posibles candidaturas” (Fuente: Canal N).

En verdad, esperemos que estas declaraciones sean sólo eso, declaraciones, y que el Gobierno tome la decisión que deba estar de acuerdo con los verdaderos intereses nacionales. Esperemos tener buenas noticias en estos días.