Ante todo, quiero aprovechar esta oportunidad para saludar a mis estimados lectores, así como a los demás compañeros de la blogosfera peruana y mundial por este nuevo año que comienza.
Como todos saben ya se acercan las próximas elecciones presidenciales en el mes de abril. Los peruanos tendremos una vez más el deber y el derecho de escoger al futuro gobernante, por lo cual debemos ser conscientes de la importancia que ello amerita. Tenemos la cifra record de 24 candidatos de donde elegir, pero, en vez de ser ello positivo, genera confusión en la población, un show mediático sin precedentes de dimes y diretes. Es algo que demuestra la terrible fragmentación de la democracia en nuestro país.
Sin embargo, en tiempos como estos, de grandes cambios, es importante hacer un análisis a conciencia sobre lo que deja este gobierno que ya termina. En ese sentido, abordaré el tema del Gas de Camisea.
No niego que el Gas de Camisea fue uno de los más grandes éxitos alcanzados en la administración del Presidente Alejandro Toledo. En ese contexto, nos dijeron que bajaría el precio de los combustibles, que el gas sería la minita de oro para nuestra decaída economía y que seríamos uno de los principales países productores de este importante combustible.
Todo eso sonó muy bonito, pero ¿qué hay del impacto ambiental?
Dijeron que no habría problemas porque existía tecnología de punta, además que no perjudicaría al ecosistema del lugar.
El lunes pasado, en el programa de César Hildebrandt se trató este tema. El informe, si bien es cierto no fue un crítico directo y recalcitrante, mostro con imágenes y declaraciones el daño que está ocasionando a nuestros hermanos Machiguengas la ruptura de los ductos que transportan el gas.
Se aprecia a gente que está enfermándose a consecuencia de la fuerte contaminación, los peces muertos, los niños enfermos y con enormes heridas en los pies después de haberse bañado en las aguas del río Ucayali, importante fuente de vía en esta zona del país.
El informe mencionó que tras la inspección por parte de las autoridades todo se presentó OK, sin problemas; sin embargo, todo ello no significa más que un montaje para ocultar lo que realmente sucede.
Seguiré con el tema más adelante...
Como todos saben ya se acercan las próximas elecciones presidenciales en el mes de abril. Los peruanos tendremos una vez más el deber y el derecho de escoger al futuro gobernante, por lo cual debemos ser conscientes de la importancia que ello amerita. Tenemos la cifra record de 24 candidatos de donde elegir, pero, en vez de ser ello positivo, genera confusión en la población, un show mediático sin precedentes de dimes y diretes. Es algo que demuestra la terrible fragmentación de la democracia en nuestro país.
Sin embargo, en tiempos como estos, de grandes cambios, es importante hacer un análisis a conciencia sobre lo que deja este gobierno que ya termina. En ese sentido, abordaré el tema del Gas de Camisea.
No niego que el Gas de Camisea fue uno de los más grandes éxitos alcanzados en la administración del Presidente Alejandro Toledo. En ese contexto, nos dijeron que bajaría el precio de los combustibles, que el gas sería la minita de oro para nuestra decaída economía y que seríamos uno de los principales países productores de este importante combustible.
Todo eso sonó muy bonito, pero ¿qué hay del impacto ambiental?
Dijeron que no habría problemas porque existía tecnología de punta, además que no perjudicaría al ecosistema del lugar.
El lunes pasado, en el programa de César Hildebrandt se trató este tema. El informe, si bien es cierto no fue un crítico directo y recalcitrante, mostro con imágenes y declaraciones el daño que está ocasionando a nuestros hermanos Machiguengas la ruptura de los ductos que transportan el gas.
Se aprecia a gente que está enfermándose a consecuencia de la fuerte contaminación, los peces muertos, los niños enfermos y con enormes heridas en los pies después de haberse bañado en las aguas del río Ucayali, importante fuente de vía en esta zona del país.
El informe mencionó que tras la inspección por parte de las autoridades todo se presentó OK, sin problemas; sin embargo, todo ello no significa más que un montaje para ocultar lo que realmente sucede.
Seguiré con el tema más adelante...
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